2/7/12

Mesut Ozil, un privilegiado del fútbol


Los privilegiados ven el juego antes que el resto. Es una estirpe muy reducida que dan a sus equipos un toque diferente, singular.  Xavi Hernández es un ejemplo en España. Donde nadie ve más que un muro de piernas, él visualiza un pasillo y lo convierte en pase de gol. En esa misma clase aristocrática se encuentra Mesut Ozil.

El origen del centrocampista madridista no apuntaba tanto refinamiento. Es cierto, hay tradición de finura en el fútbol turco, pero en Gelsenkirchen, en plena cuenca minera de Renania, suelen criarse aguerridos defensas, no estilistas. Mesut confiesa que la parte técnica de su juego procede de su sangre otomana, mientras que ''la disciplina y la actitud son germanas''.

Debutó en la Bundesliga con el Schalke 04, que renunció a renovarle. El Werder Bremen se hizo entonces con sus servicios, pero el paso definitivo en su carrera fue el traspaso al Real Madrid. Allí ha robado el foco a Kaká, exactamente igual que había hecho antes en Alemania con Michael Ballack. La otra elección clave llegó cuando el seleccionador turco, Fatih Therim, le llamó para jugar con los otomanos. Ozil, que llevba jugando con las categorias inferiores germanas desde 2006, siguió fiel a su criterio juvenil y debutó con la absoluta en 2009, haciendo olvidar al potente jugador del Bayern Leverkusen.

Y es que Mesut engaña. Bajo la frágil apariencia de un jugador angustiado al borde del desmayo se esconde una cabeza rapidísima y un pie izquierdo que convierte un primer toque en un arma de destrucción masiva.

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